En el marco de los 60 años de la Fundación Médica de Mar del Plata, el Teatro Tronador fue escenario del egreso de 44 profesionales de las Residencias Hospitalarias del Hospital Privado de Comunidad. Entre música, discursos y emociones compartidas, se celebró el cierre de una etapa clave en la formación de médicos, bioquímicos y psicólogos que eligieron especializarse con excelencia y compromiso humano.
La tarde del sábado, el emblemático Teatro Tronador se vistió de gala para recibir a los 44 egresados de la 52ª promoción de las Residencias Hospitalarias del Hospital Privado de Comunidad (HPC). El acto, organizado por la Fundación Médica de Mar del Plata, coincidió con un año especial: el 60º aniversario de la institución que desde 1972 forma profesionales bajo los más altos estándares técnico-científicos y humanos.
“Estamos muy cerca de los 2.000 egresados desde que comenzó el programa. Cada año que despedimos a una nueva camada, reafirmamos nuestros principios fundacionales: investigación, docencia, formación continua y, por sobre todo, la mirada humanizada del médico”, destacó el Dr. Fernando Santomil, presidente del Consejo de Administración de la Fundación Médica.
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Con la conducción de los periodistas Mariana Gérez y Guillermo Lobo, la ceremonia abrió con la presentación del coro institucional, integrado por colaboradores, familiares y amigos, que entonó el Himno Nacional y ofreció dos piezas musicales preparadas para la ocasión. Entre el público se encontraban autoridades municipales, representantes del ámbito académico, miembros fundadores de la institución y familias que acompañaron con aplausos y emoción cada entrega de diploma.
El Dr. Santomil hizo énfasis en un concepto que atraviesa la misión de la Fundación: el “tecno-humanismo”. “Vivimos un tiempo de incorporación tecnológica sin precedentes, pero la medicina nunca puede perder la cercanía y el trato humano. Esa combinación es la que queremos transmitir a cada generación”, remarcó.
La jornada culminó con la entrega de diplomas a los residentes, jefes de residentes y becarios en perfeccionamiento, en especialidades médicas, bioquímicas y de psicología. Un momento de reconocimiento y proyección, donde la comunidad médica del HPC volvió a renovarse con profesionales preparados para cuidar la salud desde el conocimiento y la empatía.