Se fue el Cholo Ciano, y esta gran ciudad hoy parece un pueblito.
Un rasgo de identidad es aquello que nos une, que todos compartimos. Y al Cholo lo conocimos todos. No hace falta explicar más. No hace falta repasar su carrera. En su nombre ya está todo. Pertenece a nuestros recuerdos íntimos, su presencia era parte de la casa o del auto. Su voz, parte de nuestra memoria. Su calidez, parte de lo que somos.


Cholo querido, no te olvides los cassettes para tu grabador. Acá quedamos esperando ansiosos tus crónicas desde el cielo. Gracias por los consejos, por las anécdotas y por tanto cariño.
Ariel Torres
Director de Mardel Makers