Proyecto Pescado, el equipo de Chapadmalal integrado por Facundo Maroñas, Francisco Soldi y Elio Contreras (junto al pescador José “Pico” Villanueva), se consagró en una competencia nacional de cocina. Más que un premio: un espaldarazo al trabajo con pesca artesanal, identidad costera y cadena de valor local. Mar del Plata y su zona vuelven a marcar agenda.
Mar del Plata no vive solo de olas: también cocina futuro. Desde Chapadmalal, Proyecto Pescado afiló una idea simple y poderosa: respetar el mar, pescar con conciencia y contar quiénes somos desde el plato. Su triunfo en la séptima edición del Prix Baron B – Édition Cuisine funciona como confirmación —no como coronita— de un proceso que ya venían construyendo en la costa.
El equipo combina técnica de alta cocina con el oficio de la pesca artesanal. Pescan con línea de mano y kayak; limpian en la costa con agua de mar; y trabajan madurados, curados, escabeches, garum y fermentos para aprovechamiento integral del pescado. No hay gira si el mar no toca: si no hay buena pesca, no se abre. La propuesta vive en dos formatos: El Chiringo, comida callejera junto al mar en temporada, y Faro Norte, su restaurante de 40 cubiertos con menú degustación y proveedores locales (huerta propia, algas y hierbas del territorio, lácteos de Batán, harinas de Tandil, hongos de emprendedores de la zona).




Para la final presentaron “Mar y tierra. Invierno en Chapadmalal”: besugo de invierno encurtido, fondo ahumado con eucalipto, parfait de hígados y hongos de otoño; estofado blanco de gírgolas con fumet, vermut bianco, algas y hierbas; y polvo de huesos de anchoa. Un plato que huele a rompiente y a bosque costero. “El mar es nuestro maestro… si la gastronomía le da valor al pescado, toda la cadena gana”, dijo Maroñas. Y Francisco Soldi resumió la emoción del equipo: “Esto reconoce años de trabajo silencioso en la costa bonaerense”.
El resultado trasciende el trofeo: visibilidad para la pesca artesanal, autoestima para la escena gastronómica marplatense y una invitación a comer más mar argentino, bien tratado. Como bonus, la pasantía en Mirazur de Mauro Colagreco será gasolina para seguir puliendo técnica sin perder raíz atlántica.
Dato de color, sin fanfarrias: los otros finalistas fueron Hambriento Cocina (Rosario) y Margot (Santa Fe). Buen nivel federal; hoy la marea subió en Chapadmalal.